Mirambel es una pequeña localidad de la provincia de Teruel, perteneciente a la Comarca del Maestrazgo.
En el año 1980 fue declarado Conjunto Histórico artístico y al año siguiente se le concede la medalla de Oro del premio Europa Nostra por las tareas de restauración y ordenación del conjunto urbano de la localidad.
También forma parte de la Red de Pueblos Más Bonitos de España.
Mirambel ha servido de inspiración para muchos artistas y escritores:
Índice
La principal vía de acceso a la localidad es la carretera autonómica A-226, que atraviesa de norte a sur el término municipal.
Conecta Mirambel con Bordón, Castellote y la provincia de Castellón al norte y Cantavieja al sur, distando 14 km. de la capital comarcal del Maestrazgo.
Mirambel es un pueblo de poco más de 100 habitantes, una joya escondida a medio camino entre Cantavieja (actual capital del Maestrazgo) y El Tronchón.
También está muy cerca el pueblo de Morella (ubicado en la zona norte de la provincia de Castellón).
En la propia carretera de acceso al pueblo veréis que hay aparcamiento de sobra para dejar aparcado el coche.
Para descubrir los encantos de Mirambel os recomiendo simplemente que os perdais por sus preciosas calles empedradas.
Si como a mi os gusta tener un plano para no perderos nada y empaparos de la historia del lugar, os recomiendo que hagáis parada en la Oficina de Turismo.
La ubicación de la Oficina de Tursimo es en el antiguo Convento de las Agustinas, en la Calle Mayor.
Las visitas guiadas son para recorrer el conjunto histórico y el Convento de las Monjas Agustinas (muy recomendable).
Posiblemente este sea el punto más fotografiado de Mirambel y no es de extrañar porque es realmente precioso.
Como todo el pueblo se encuentra amurallado, se puede acceder a él únicamente a través de alguno de los 5 portales que aún se conservan.
En nuestro caso, accedimos por el Portal de las monjas, que es la antigua celda (del Convento de las Agustinas adyacente) donde se alojaba la madre superiora.
Lo más destacado son las celosías de barro cocido de variados dibujos geométricos.
La fachada del convento es rectangular y ocupa buena parte de la Calle Mayor, y como os comentaba antes, acoge a la Oficina de Turismo.
Del exterior destacan las excelentes celosías de madera que revisten los balcones del convento.
Palacios y casas señoriales
La Casa Aliaga y la Casa Castellot cierran dos lados de la plaza Nicolás Ferrer y pertenecen a los dos linajes más importantes de la comarca.
La casa Aliaga es uno de los palacios nobiliarios más destacados del maestrazgo turolense. Construido como morada de los Duques de Aliaga, familia noble aragonesa procedente de la casa de Híjar.
Otros excelentes ejemplos de la arquitectura palaciega construidos durante el Renacimiento son los palacios Casa de los Julianes, la Casa Pastor y la Casa Barceló.
El Ayuntamiento fue edificado en 1583 y es de estilo renacentista. Le caracterizan los arcos de sillería, los ventanales y el tejado, que indican una época de poder económico.
En la planta baja se encontraba la cárcel para retener provisionalmente a los reos.
Junto a la Casa Consistorial se encuentra la Iglesia Parroquial de Santa Margarita. Esta iglesia se edificó sobre los restos de un antigua iglesia medieval.
Los vecinos de Mirambel llenaron el templo de alhajas, retablos y cuadros, hasta que se incendió durante las Guerras Carlistas en 1843. Posteriormente, durante la Guerra Civil, fue saqueada.
Ruinas del castillo – palacio
Las Iglesia Parroquial de Santa Margarita, la Casa Consistorial y el antiguo horno formaban el centro neurálgico de Mirambel, y fue a partir de este punto donde la población empezó a crecer.
Por eso, no es de extrañar que el castillo Templario (siglo XIII) se asentara cercano a estos monumentos.
Comenzó siendo una torre templaria que terminó envuelta por otras dependencias que le dieron un aspecto palacial, durante el periodo sanjuanista.
Hoy solo quedan los muros en ruinas del castillo, que formó un conjunto fortificado junto al horno y al granero señorial, situados a ambos lados del patio de armas.
Una de las mayores singularidades que le dan a Mirambel un aspecto de «anclado en el medievo» es que toda la población se desarrolla intramuros.
Los templarios cuando comenzaron a construir el castillo, también empezaron a amurallar perimetralmente la población.
Con la caída de los templarios, estas tareas fueron terminadas por los monjes sanjuanistas, que para construir la muralla usaron las piedras de la antigua ermita de Santa Catalina (este acto costó al concejo de Mirambel una pena de excomunión).
Como os decía al principio del post, además del Portal de las Monjas se puede acceder a la villa por otras 4 puertas de acceso:
Os animo a que los encontréis todos los portales dando un paseo por la villa de Mirambel.
Situada fuera del recinto amurallado. La construcción de la ermita se asocia a la intervención del Santo de cara a librar a Mirambel de la peste que asoló la zona en 1648.
De planta rectangular, está construida en mampostería y presenta con un atrio delantero abierto con tres grandes arcos de medio punto como elemento arquitectónico más destacado.