Las Pinturas rupestres – Barranco Gibert se encuentran próximas al municipio de Mosqueruela, en la provincia de Teruel.
Por si no conocéis Mosqueruela, os diré que pertenece a la comarca de Gúdar – Javalambre y limita con la provincia de Castellón.
El inicio de la ruta está a tan solo 9’7 km de distancia de Mosqueruela, que son unos 11 minutos en coche.
Deberéis de tomar la A-1701 dirección Villafranca del Cid y a pie de carretera habrá un poste de madera con el cartel indicativo de la ruta de pinturas rupestres (PR-TE 76)
En ese mismo punto (donde está el poste de madera indicativo) se puede dejar aparcado el coche.
Esta ruta es muy cortita, pero la verdad es que yo la disfruté como una enana. Los paisajes son impresionantes y también aproveche para hacer cientos de fotos a insectos.
Nada más empezar a caminar deberemos de pasar por debajo de una cerca de esas que se ponen para que el ganado no se escape.
El recorrido de la ruta está bien señalizado con pintura blanca y amarilla, no tiene pérdida ninguna (son 650 metros ida + 650 metros vuelta)
Este conjunto de pinturas rupestres que salpican el Barranco de Gibert, fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1998 y también están catalogadas como Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón.
Además, todo este paisaje esta lleno de cercados con fines ganaderos construidos con la técnica de piedra seca o piedra en seco.
Para los que no la conozcáis, es una técnica de construcción tradicional que se realiza colocando piedra sobre piedra sin ningún tipo de argamasa de unión entre las mismas.
La construcción de piedra en seco, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO en 2018.
Caminando unos pocos minutos, el camino nos llevará a una gran masía de piedra, situada muy cerca de un abrupto barranco.
A la izquierda de esta masía encontraremos las pinturas rupestres protegidas con rejas, para intentar evitar el deterioro de las mismas.
En este primer abrigo se han podido localizar hasta un total de 27 figuras humanas con motivos varios: de caza, lucha, animales…
Todas estas pinturas en tonos rojos y pertenecientes al llamado Ciclo Levantino. Datan entre los años 3.500 y 2.000 a.C
Una de las interpretaciones del arte rupestre postula que se pintaría a modo de marcas territoriales en oteaderos y puestos de caza que estos pueblos primitivos utilizaban.
Mosqueruela se situaría en una encrucijada estratégica para los movimientos de los herbívoros salvajes y los arqueros los acecharían desde aquí.
Junto a la masía encontraremos el segundo conjunto de pinturas rupestres, a unos 50 metros de distancia de las otras.
Estas pertenecen al Ciclo Esquemático y están integradas por cuatro figuras (3 figuras y 1 grabado) con trazos en tonos rojos.
Estos dos abrigos además de la degradación natural por el viento y el sol ha ido depositando en sus superficies capas de carbonato cálcico por la disolución de la roca caliza.
La ruta es lineal, por lo que la vuelta al coche se hará exactamente por el mismo camino.
Os dejo una captura de pantalla del track de Wikiloc y si pincháis aquí podréis ir a mi perfil de Wikiloc para descargarla.