Aphis nerii también conocido como pulgón de la adelfa es un bonito hemíptero perteneciente a la familia Aphididae.
Hace un tiempo os escribí un artículo sobre una chinche que también se «apellidaba» nerii (aquí el post de esta chinche). Y yo ahora os pregunto, ¿Qué tienen en común este pulgón y esa chinche?. Si estáis pensando que ambas especies se alimentan casi exclusivamente de la adelfa (Nerium oleander) no vais mal encaminados.
Aunque principalmente su planta nutricia es la adelfa, en el apartado de alimentación veremos de que otras plantas puede alimentarse.
Los adultos, pueden alcanzar hasta los 2,5 mm de longitud, tienen el cuerpo globoso y totalmente amarillo, salvo las patas y los sifones que son de color negro.
Los adultos alados son muy similares a los ápteros, pero con un cuerpo más delgado y con una mancha negra en la base donde nacen las alas.
Las ninfas son clones de la madre, pero de menor tamaño e inmaduras sexualmente.
Es un insecto típico de la región mediterránea, que se ha expandido por otras partes del mundo debido al comercio de su planta huésped. Presente en zonas con climas templados o tropicales.
Vamos a poder encontrarlo sin problema sobre adelfas en parques y jardines de nuestros pueblos y ciudades.
En cuanto a la alimentación, su planta hospedadora principal es la adelfa, pero también se puede alimentar de otras plantas de las familias Apocynaceae y Asclepiadaceae.
En mi caso, todos los años en mi jardín aparece Aphis nerii sobre una enredadera que crece espontánea y es muy invasiva llamada Cynanchum acutum (familia Apocynaceae).
Normalmente dejo crecer a esta enredadera, porque sus flores atraen a multitud de abejas solitarias y en invierno (tras dispersar sus semillas) se seca y desaparece hasta el año siguiente.
La población de pulgón no la trato de ninguna manera porque, tras alcanzar su pico máximo, desciende y es controlada de manera natural por depredadores y parasitoides.
Aphis nerii puede tener múltiples generaciones anuales, lo que se ve favorecido por la reproducción asexual partenogenética que tienen las hembras.
Todos los pulgones de la colonia son hembras sin alas, hasta que la planta no sea viable o la población haya alcanzado su máximo. En ese momento aparecerán pulgones alados que volarán a otras plantas cercanas y comenzar así de nuevo con el ciclo.
Los principales daños que pueden ocasionar a las plantas son estéticos, debido a la melaza que producen. En algunos casos, pueden llegar a deformar los brotes tiernos.
En mi caso, los pulgones no llegan a producir melaza ni deforman a la enredadera de la que se alimentan.
Estos pulgones tienen varios métodos de defensa. El más conocido y generalizado entre los pulgones, es la relación de mutualismo que tienen con las hormigas, que les ofrecen protección a cambio de melaza.
El color amarillo que tienen estos insectos, no es casualidad, es otro claro ejemplo del aposematismo, al extraer de las especies de las que se alimenta sustancias cardiotóxicas llamadas cardenólidos.
Estas sustancias no afectan al pulgón, pero puede servirles como método de defensa contra pájaros, arañas e incluso alguna mariquita.
También se ha visto que esta especie en concreto de pulgón, tienen una respuesta de comportamiento a la estimulación visual, dando giros sobre si mismos y acompañando este movimiento con patadas propinadas por sus patas traseras.
Es frecuente ver a un pulgón intentar dar patadas a una avispa parasitoide que se aproxima para parasitarlo.