El Paraje Salto de la Novia se encuentra en la localidad castellonense de Navajas, en la comarca del Alto Palancia.
Navajas está ubicada en el camino natural que une Aragón con la Comunidad Valenciana, a unos 383 metros de altitud.
La economía de esta localidad siempre ha girado en torno a la agricultura (tanto de regadío como de secano).
Hasta que en el siglo XVIII, las personas más adineradas de Valencia, atraídas por el clima, el entorno y las innumerables zonas de baño, comienzan a construir aquí sus segundas residencias.
Por este motivo, si paseamos por las calles de este pueblo no es raro encontrarnos con preciosas casas señoriales.
Si nos acercamos a la Plaza del Olmo, podremos encontrar un ejemplar de Ulmus minor (Olmo) que fue plantado en el año 1636 como gesto de unión entre los nuevos repobladores cristianos tras la expulsión de los moriscos.
Este árbol es realmente una maravilla que mide cerca de 19 metros de altura y 7 metros el diámetro de su tronco.
A las afueras del pueblo, podremos encontrar la Torre de Altomira, árabe del siglo XI, con 5 alturas a las que se accede por medio de una escalera (se encuentra dentro de una propiedad privada).
Si venís desde Valencia, deberéis de tomar la V-21 y posteriormente la V-23 dirección Teruel, tomando la salida hacia Navajas. La distancia es de unos 60 km en total (45 minutos aprox.).
Si venís desde Castellón, la ruta más rápida sería tomando la N-340, A7, N-225, A-23 y por último la salida hacia Navajas. La distancia es de unos 60 km en total (45 minutos aprox.).
Os recomiendo (salvo que lo queráis visitar en época estival para bañaros en el Palancia) que visitéis este paraje cuando no sea verano.
Se puede dejar el coche aparcado en todo el pueblo, pero la zona más cercana al paraje es zona azul de pago (fuera de temporada alta no se paga nada).
En el caso de visitar el Paraje Salto de la Novia en verano, se cobrará una tasa de 2 euros por persona para el mantenimiento del entorno. Estarán exentos de pago los menores de 10 años y vecinos del pueblo.
Una vez hemos estacionado el coche, nos dirigimos hacia la Calle Bajada de las Fuentes, donde os he comentado antes que está una de las dos oficinas de turismo del pueblo.
Seguimos descendiendo por la carretera y poco a poco comenzamos a ver en río Palancia que discurre por nuestra izquierda.
Lo primero que encontraremos será a mano izquierda unas escaleras algo empinadas y mojadas que nos llevan al Mirador Paraíso – Cascada del tío Juan (en honor al que fuera alcalde de Navajas, Juan Torres).
Desde este punto (donde es imposible no mojarse) se tienen unas impresionantes vistas del resto del paraje y se puede pasar por detrás de la Cascada del tío Juan.
Si dejamos atrás este precioso mirador y seguimos bajando por la cuesta, nos encontraremos a la derecha con la Fuente Mossen Miguel, y junto a ella, la Senda del último beso, que nos acercará a ver la Cascada del Brazal por su margen derecho.
Si seguimos por la senda principal, a pocos metros después de cruzar un puente, nos encontraremos de frente con la Cascada del Brazal y el impresionante salto de 60 metros de altura.
Muchas personas llaman de forma errónea a esta cascada el Salto de la Novia, pero realmente se lo conoce con el nombre de Cascada del Brazal y sus aguas proceden del Manatantial de la Esperanza, ubicado a 1 kilómetro de Navajas.
Pasando esta cascada, podremos encontrar varias mesas donde poder sentarnos a pegar un bocado mientras disfrutamos de este espectacular paraje.
Si seguimos caminando por el sendero, llegará un momento que encontraremos carteles que nos indican «ruta del reloj» o «senda del reloj».
Esta senda nos llevará al Monte Rascaña, donde, es su interior hay una cueva llamada Cueva del Reloj, que tiene una curiosa piedra alargada en su entrada.
Esta roca con forma puntiaguda, servía a los agricultores como reloj solar cuando se encontraban labrando los campos de cultivo de esta zona.
Desde el Monte Rascaña también se tienen unas impresionantes vistas de todo el Paraje del Salto de la Novia y en especial de la Cascada del Brazal.
Cuenta la leyenda, que hace muchos años, cuando dos novios iban a contraer matrimonio tenían que realizar una curiosa ceremonia donde demostraban ante todos su amor y garantizaban así la fertilidad.
Esta ceremonia consistía en acudir a este lugar, donde más estrecho era el río y cruzar la novia de un salto a la orilla opuesta.
Si la novia conseguía cruzar al otro lado sin percances, eso significa que el matrimonio sería próspero y que todo iría genial, en el caso contrario, el matrimonio sería muy desgraciado y los novios terminarían por romper el enlace.
Cierto día, 2 jóvenes enamorados se acercaron a este lugar para demostrar ante todos el amor que se sentían. Cuando la novia cogió impulso para saltar, tropezó y tuvo tan mala suerte de caer al agua, justo en un potente remolino que la arrastró hasta su muerte.
El novio, viendo lo sucedido, saltó al agua en busca de su amada, pero finalmente, el agua se los llevó a los dos.
Nunca más se supo de ellos, pero los vecinos siguieron acudiendo al Salto de la Novia con la esperanza de volver a ver a la pareja de enamorados.
Cuentan, que en las noches de luna llena, por el valle se escuchan sus voces y sus lamentos. La cascada llora su pérdida y el río se convierte en el manto blanco y puro de la novia.
Si además tenéis ganas y tiempo de hacer alguna ruta de senderismo sencilla y muy chula, os recomiendo la Ruta de las Fuentes.
En la página web del Ayuntamiento de Navajas teneís un folleto descargable con las indicaciones de las posibles rutas a realizar por el municipio: