Bogotá es la capital y la ciudad más grande de Colombia. Es punto de convergencia de personas de todo el país, así que es diversa y multicultural, y en ella se combinan lo antiguo y lo moderno.
En nuestro caso nos alojamos en el Barrio de la Candelaria, en el Hotel Casa Quinta por la buena ubicación que tenía y porque relación calidad/precio no estaba del todo mal (se puede pagar con tarjeta en el hotel y puedes dejarles las maletas en recepción el día de salida para no tener que ir cargado con ellas).
El primer día en Bogotá realizamos un freetour, que comenzaba en el Parque Santander, que es donde está ubicado el Museo del oro.
Una vez estuvimos todos, la guía comenzó a hablarnos un poco de la historia del país y la Leyenda del dorado.
Te recomiendo que si te gusta visitar museos y quieres empaparte sobre la cultura indígena del período precolombino de la actual Colombia, visites el museo del oro (si quieres saber más sobre el Museo del oro, pincha aquí).
Además, tienen en exposición permanente piezas tan importantes como son: la balsa muisca y el poporo quimbaya.
A parte de estas 2 importantes piezas, el museo tiene 4 exposiciones permanentes que son:
A mi la sala que más me gustó es la enfocada a sustancias alucinógenas y chamanes (las visiones que tenían, los viajes que hacían…).
Volviendo al freetour…
¿Sabes el significado de los colores de la bandera de Colombia? La guía nos dijo que…
Amarilo: riqueza
Azul: los océanos Caribe y Pacífico
Roja: sangre derramada
A continuación fuimos dando un paseo por la calle 7 o «la séptima» como ellos le llaman hasta llegar a la Plazoleta del rosario o Mercado de las esmeraldas.
La séptima es es una de las principales vías arterias que recorre la ciudad de Bogotá de norte a sur en su zona oriental. Es la vía más importante en los ámbitos histórico, cultural, económico y social de la ciudad.
¡Os animo a daros un paso por ella en domingo! Vais a poder ver personas disfrazadas, puestos ambulantes de comida, rastros (de cualquier cosa que os podáis imaginar), mercadillos de libros antiguos…¡y es que parece que toda la ciudad se concentre en esta avenida los domingos!
Colombia es conocida entre otras cosas por sus preciosas esmeraldas, y es que, en la Plazoleta del rosario los fines de semana se realiza el Mercado de las esmeraldas, y es típico ver a personas vendiendo y comprando esta preciosa piedra en medio de la plaza.
Si quieres adquirir alguna esmeralda y no te fías demasiado, junto a la plaza hay una galería de venta exclusivamente de estas piedras.
Seguimos callejeando mientras la guía nos va contando curiosidades de la ciudad y pasamos por delante de algún que otro graffiti, y es que en Colombia hay mucha cultura del graffiti (si vas a viajar a Medellín recomiendo encarecidamente que visites la Comuna 13).
Nos detenemos justo a la entrada del Callejón del embudo y a lo lejos divisamos el Cerro de Monserrate y el Cerro de Guadalupe (si quieres saber más pincha aquí).
El Callejón del Embudo recibe su nombre debido a lo estrecho que es, y en él podemos observar la presencia de la cultura del graffiti que decora las paredes de las casas y de las tiendas de principio a fin. Aquí podemos encontrar tiendas de artesanía, de comida, pubs…
Tras recorrer el callejón (abarrotado de gente haciendose fotos con los increibles murales de las paredes) llegamos a la la Plaza Chorro de Quevedo, lugar de encuentro para la gente de la ciudad.
Se dice que Santa Fé de Bogotá fue fundada exactamente aquí, e incluso hay una placa de mármol que así lo indica.
Si os habéis quedado con curiosidad de saber que árbol es el que tiene las hojas tan raras que aparece en el lado izquierdo, os diré que se llama Yarumo (Cecropia peltata).
Es representativo de la zona intertropical americana y se extiende desde México hasta América del Sur. Hay varias variedades y ésta en concreto, tiene las hojas de un color blanco/plateado precioso.
Antes de alejaros de esta zona os recomiendo perderos por las calles (son bastante seguras) y que probéis la Chicha.
Esta bebida se obtiene de la fermentación no destilada del maíz y otros cereales originarios de América; aunque también, en menor medida, se suelen preparar a partir de la fermentación de diferentes cereales y frutas.
A mi personalmente el sabor no me terminó de convencer…¡pero había que probarla!
Desde este punto, sin salir del Barrio de la candelaria, encontramos muy cerquita la biblioteca municipal, y junto a ella el Museo Botero.
Entiendas o no de arte, esta es una parada obligatoria. Además la entrada al museo es gratuita (¡razón de más para no perdértelo!). El martes el museo está cerrado.
Hay varias colecciones (no solo de Botero) distribuidas en varias salas y en dos pisos de altura. Todo esto alrededor de una preciosa plaza interior.
En la Colección Botero se exhiben una serie de dibujos, pinturas y esculturas que reflejan los rasgos más característicos del artista colombiano en las últimas décadas del siglo XX.
El gusto por el volumen, la alusión a la pintura universal y el tratamiento de temas como la violencia son algunos de los elementos que se encuentran reflejados en esta colección del artista plástico más importante del país.
Nosotros para reponer fuerzas nos metimos entre pecho y espalda una Bandeja paisa. Sí, son mas típicas de la región de Antioquía…pero teníamos muchas ganas de probarla. Y la verdad es que no nos decepcionó.
Esta bandejita de aspecto tan ligero tiene: huevos fritos, aguacate, chicharrón (corteza de cerdo), plátano frito, arroz blanco, morcilla, salchicha, judías y carne desmechada.
Podéis acabar el día dando un paseo por la Plaza Bolívar. Nosotros fuimos el domingo y estaba a reventar de gente. Puedes comprar comida para las palomas, hacerte fotos con llamas, comprar cualquier cosa a los vendedores ambulantes…¡una locura!
Nos quedaron muchas cosas que visitar en Bogotá, pero el tiempo no daba para más (estuvimos únicamente 2 días completos, además, el primero con el jet lag…)
Por lo tanto…volveré….