Para poder realizar la Ruta del Boquerón de Estena deberemos de dirigirnos a Navas de Estena, ubicado en la provincia de Ciudad Real.
Este municipio se encuentra a tan solo 200 metros del Parque Nacional de Cabañeros, siendo el pueblo situado más cerca de este enclave natural.
Es una ruta lineal (salvo el ascenso al mirador, que puede ser opcional), de muy baja dificultad en la que se observar diferentes restos fósiles muy interesantes.
El nombre de esta ruta se refiere al «estrecho» o «boca» que forma el río Estena después de nacer en lo alto del macizo de Rocigalgo y que, tras juntarse con el Arroyo del Chorillo, ha generado este paisaje tan peculiar.
Índice
Como os he comentado, para comenzar esta ruta deberemos de dirigirnos al municipio de Navas de Estena y abandonarlo en dirección al Centro de Turismo Rural Lincetur (Avda. del Parque Nacional de Cabañeros).
Al principio el camino está asfaltado y más tarde se vuelve completamente de tierra. Tenemos dos opciones (como os muestro en la imagen), dejar el vehículo en el aparcamiento habilitado (entre semana y temprano no hay problema) o dejarlo un poco antes en un ensanche de la carretera.
En mi caso, yo hice la segunda opción que os comento porque era invierno y estaba todo el camino de tierra congelado y me daba miedo pasar con el coche.
Aunque la ruta como tal no contempla la subida al Mirador de la Ermita de Nuestra Señora de la Antigua, os recomiendo subir. Desde allí las vistas son espectaculares.
Comenzamos la ruta propiamente dicha cruzando por un pequeño puente de madera el Arroyo del Chorrillo.
Seguiremos por esta senda hasta llegar a las Torres del Estena, que son formaciones columnares de cuarcita originadas por la erosión diferencial del terreno.
Más adelante, en una ensanche del camino, encontraremos el Risco Tirapán, un mirador desde donde antiguamente las mujeres del pueblo lanzaban panes a sus maridos que habían quedado aislados por la crecida del río Estena.
Muy cerquita de este mirador y antes de llegar a la Fuente del Fresno, podremos ver fósiles de huellas de trilobites, que eran dejadas cuando removían el sedimento para alimentarse de partículas orgánicas.
El camino se desvía hacia la izquierda (siguiendo las indicaciones en todo momento) y descendemos entre grandes rocas para, una vez encontremos el puente de madera, cruzar al otro lado del río y seguir con nuestro camino.
En el corto trayecto que nos queda hasta llegar a la valla que pone fin a nuestro recorrido, encontraremos varios paneles informativos donde nos hablarán sobre las huellas que el pasado marino dejó plasmadas en este lugar.
Para volver, solamente debemos desandar lo andado hasta la regresar a la zona donde hemos aparcado el coche.
Todos los restos fósiles y otros signos del pasado marino de este lugar, tuvieron su origen hace 470 millones de años, cuando la península ibérica estaba sumergida en un mar con poca profundidad.
La ausencia de vegetación, favorecía una erosión intensa de las plataformas marinas y los trilobites dominaban los ambientes costeros.
Es por ello, que a lo largo de este recorrido, se van a poder observar:
A continuación os dejo el track de la ruta en Wikiloc por si queréis consultarlo antes de vuestra visita, o bien descargarlo para llevarlo durante el recorrido.