Aunque se le conozca popularmente como el acueducto romano de Albarracín, no pertenece únicamente a este término municipal.
Comienza en Albarracín, pasa por Gea de Albarracín y finalmente concluye su recorrido en el casco urbano de Cella.
Es una de las obras públicas hidráulicas más importantes del Aragón romano que se conservan, y es que, este acueducto tiene la friolera de casi 25 km de longitud.
El agua era tomada del río Guadalaviar y mediante galerías excavadas en la roca y otras a cielo abierto, conducían el agua hasta la importante ciudad romana que había en el emplazamiento actual de la villa de Cella.
Como siempre suelo recomendar, si lo encontráis abierto, podéis visitar el Centro de Visitantes del Acueducto Romano que está en la propia carretera de Gea de Albarracín.
Índice
Aunque el acueducto tiene un total de 25 km, no todos los tramos son visitables o transitables. Únicamente hay 7 tramos que vamos a poder recorrer.
En primer lugar deberemos de estar en la carretera que une Albarracín con Gea de Albarracín (A-1512), da lo mismo si queremos empezar en un sentido o en otro.
En mi caso, yo empecé en el sentido Albarracín – Gea de Albarracín para guardar un orden en el número de los tramos y también porque salía desde el propio Albarracín.
Cada inicio de tramo está señalizado en el margen de la carretera con una señal blanca que pone ACUEDUCTO ROMANO (te avisan con 250 metros de antelación).
En el inicio de cada tramo, hay un panel descriptivo de lo que vamos a ver y lo más importante de todo, hay sitio habilitado para aparcar el coche, generalmente acompañado de mesas de picnic, contenedores…
El único que no cumple con lo que os he puesto en el párrafo anterior es el Tramo II – Galería de los Espejos, pero aún así, tiene un apartadero en la carretera donde caben bastantes coches.
Aquí os pongo un mapa que podéis consultar y descargar para que veáis donde están ubicados los inicios de cada tramo. También he marcado el Castillo de Croche y el Centro de Visitantes de Gea de Albarracín.
El track que aparece es orientativo, para que os hagáis una idea de las direcciones a tomar en cada tramo y os puedan ayudar un poco más.
Se presume que el acueducto romano de Albarracín data del siglo I d.C. Esta impresionante obra de ingeniería no se empezó a estudiar en profundidad hasta el año 1978.
A partir de entonces, se irán realizando poco a poco excavaciones que sacarán a la luz algunos tramos hasta la fecha habían permanecido ocultos. En el año 2002 se declara Bien de Interés Cultural.
Para su construcción se excavaron 9 kilómetros de galerías, dotadas de casi un centenar de pozos de ventilación. En total se ha calculado que se evacuaron aproximadamente unos 50.000 m3 de roca.
El acueducto poseía una pendiente media de un tres por mil, con un abundante caudal próximo a los 300 litros por segundo.
En este punto se captaba el agua del río Guadalaviar, ayudándose de una presa, conducían el agua por canalizaciones situadas en el lado izquierdo del río. El azud que podemos ver en la actualidad no es de época romana.
Los topógrafos romanos determinaron que este era el mejor punto para la captación del agua y que abasteciera con un caudal regular y abundante.
El trozo de acueducto que conectaba el Tramo I con el Tramo II del acueducto romano de Albarracín fue destruido al construir la carretera.
En la Galería de los Espejos vamos a poder transitar parte del acueducto excavado en la roca a golpe de pico. Podemos ver que se han realizado ventanas laterales (también llamadas lumina), que sirvieron para la extracción de escombros o para la limpieza cuando se acumulaban limos transportados por el agua.
Estas ventanas laterales están delimitadas por cables de acero para evitar caídas a la carretera.
El Castillo de Croche (siglo XIII) se alza imponente sobre un peñasco aislado, desde donde controlaba el acceso por el río Guadalaviar.
La Galería del Túnel está un poco más adelante en otro punto de la carretera. Aquí vamos a poder recorrer un canal a cielo abierto antes de llegar a la zona de galerías.
En este último tramo, hace falta el uso de linterna porque la galería queda totalmente a oscuras y cerrada.
Si tuviera que elegir los tramos que más me han gustado, este sería uno de ellos sin dudarlo. Hay que salvar un buen desnivel (extremar la precaución en este sitio) para llegar hasta el acueducto, pero las vistas son impresionantes.
Aquí también hay un montón de ventanas laterales desde las que se tienen unas impresionantes vistas del río Guadalaviar en su camino hacia Egea de Albarracín.
La foto que he usado en la portada de este post, se corresponde con este Tramo III: Azud de Egea de Albarracín.
Este sería otro de los tramos que más me gustan y que no os podéis perder. Aquí la erosión a esculpido el barranco, dándole una forma preciosa.
El acueducto está excavado en la roca, con pequeñas ventanas laterales y llega un momento que sale a cielo abierto para volver a meterse en el interior de la roca excavada. Para el tramo que está excavado en galería también os recomiendo linternas (hay algo más de luz que en el Tramo II, pero poca).
También se puede observar una pequeña presa por la que subiremos lateralmente a través de unas escaleras.
El cartel de este tramo vais a encontrarlo justamente al lado del cementerio de Egea de Albarracín. Realmente las galerías están unos 600 metros si vais por el camino de tierra que queda a la derecha del mismo.
Aquí vamos a poder encontrar varios tramos de acueducto subterráneos sin ventanas, destacando los enormes pozos de ventilación (también llamados putei) de gran profundidad.
En este punto finalizaban los primeros 17 km y podemos destacar dos elementos: repisas excavadas en la roca para la colocación de candiles de iluminación y muros de contención (specus) para la retención de limos y materiales de arrastre que pudiera llevar el agua.
A partir del tramo anterior, el acueducto se introduce bajo tierra durante 4,5 km aproximadamente para aparecer en la Rambla del Rubiol donde sale a cielo descubierto, antes de llegar a Cella.
Este tramo no logré encontrarlo ya que el cartel indicativo no lo vi por ningún lado.
Este tramo también me costó bastante encontrarlo, pero finalmente lo logré (por suerte para vosotros, lo tenéis bien indicado en el mapa que os he puesto arriba).
El acueducto continúa a cielo descubierto hasta que finalmente llega al pueblo de Cella, donde se acumularía el agua en un depósito o cisterna.
No se conoce la ubicación de la cisterna (castellum aquae) que sería que recibiría el agua y desde donde se distribuiría por toda la población.
Lo que si que se ha encontrado es una gran cisterna con mortero hidráulico, ubicada junto a la actual plaza mayor.