Cicindela littoralis también conocido como escarabajo tigre, es un llamativo coleóptero perteneciente a la subfamilia Cicindelinae (familia Carabidae).
Si alguna vez te has encontrado con alguno de estos escarabajos, te habrás dado cuenta de lo rápido que se mueven en suelo y aire. Es como si fueran pegando saltos rápidos y en cuanto te descuidas, los has perdido de vista.
Para fotografiarlos, se requiere de bastante paciencia y de perseguir durante mucho rato al ejemplar. Esto cambia si el insecto se encuentra moribundo, entonces, te podrás acercar tranquilamente a hacerle una sesión fotográfica.
En la península podemos encontrar dos subespecies C. litoralis littoralis (del litoral atlántico y la protagonista de esta publicación) y C. littoralis nemoralis (del litoral mediterráneo).
Índice
Los adultos pueden medir hasta los 17 mm de longitud. Presentan una coloración general oscura con un patrón de manchas claras repartidas por los élitros. Tiene los ojos grandes y bien separados en una cabeza angulosa. Antenas filiformes y fuertes mandíbulas que les dan aspecto fiero.
Tienen prácticamente todo el cuerpo cubierto por una pilosidad gracias a la que tienen mayor sensibilidad con el medio que les rodea, detectando las vibraciones que ocurran a varios metros de distancia.
Las larvas son blanquecinas (a excepción de la cabeza y el protórax que son oscuros) y también presentan prominentes mandíbulas y cabeza de gran tamaño.
Se encuentra bien distribuida por el norte de África, sur de Europa y llega hasta China.
Su hábitat, son zonas salinas ya sean de costa o de interior (lagunas saladas), pero siempre permanecen cerca del agua.
En mi caso, pude encontrar este ejemplar correteando por la orilla de la Laguna Grande de Villafranca de los Caballeros (Toledo).
Tanto larvas como adultos de Cicindela littoralis son unos excelentes depredadores de otros artrópodos, pero cazan de maneras diferentes. Por un lado tenemos a los adultos, que persiguen incansables a sus presas y por otro lado a las larvas, que esperan al acecho.
La manera de caza de las larvas es común a todos los cicindélidos, y consiste en situarse verticalmente en un agujero previamente excavado por ellas. De esta manera, la cabeza y las mandíbulas quedarán coun cepo a ras de suelo y el resto del cuerpo dentro del agujero.
Cuando una presa pasa muy cerca o sobre sus mandíbulas, estas se cierran y la larva se retrae hacia el agujero adquiriendo una forma de «s» y fijándose a las paredes con una protuberancia que tienen al final del abdomen. De esta manera, conseguirán impedir que su presa escape.
Las fuertes mandíbulas de este insecto no solo las utiliza para alimentarse. También las usa en el momento de la cópula, agarrando a la hembra de un surco que tiene cerca del pronoto.
Tras la cópula, la hembra enterrará los huevos en la arena, y una vez estos hayan eclosionado, las larvas completarán todo su desarrollo en un mismo túnel. También realizan aquí la pupación.