El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel es el último representante de un ecosistema denominado como tablas fluviales y se encuentra en Ciudad Real (Castilla- La Mancha).
Este entorno de 3.030 hectáreas, situado entre los términos municipales de Daimiel y Villarubia de los ojos, fue declarado Parque Nacional en 1973, Reserva de la Biosfera en 1981, un año después se incluyó dentro del Convenio Ramsar y ya por último, se declaró ZEPA en 1988.
Sin embargo, todas estas figuras de protección no han podido evitar que este frágil ecosistema se encuentre en peligro debido a la sobreexplotación del Acuífero 23, principalmente.
El ecosistema de tablas fluviales se forma cuando existe un terreno de escasa pendiente, que se inunda y que además, está situado cerca de la cuenca de un río (en este caso concreto el río Guadiana y el Cigüela).
Estos ecosistemas suelen aparecer en los tramos medios de los ríos y frecuentemente están acompañados de cuencas semiendorreicas, donde parte del agua se queda retenida de manera permanente.
Todo lo anterior, se ve muy favorecido por la roca caliza que se encuentra en este paraje, que facilita el encharcamiento.
El río Guadiana tiene un carácter permanente y aporta aguas dulces, mientras el río Cigüela es estacional y de aguas saladas. Todo ello hace que el agua de las tablas tengan unas características químicas muy peculiares.
Esto que os explico más arriba, es el origen y como estaban las Tablas de Daimiel hasta la década de los 70, cuando se comenzó a instaurar en la zona cultivos de regadío que reemplazaron a los de secano.
Como consecuencia de esto, se llegó un punto de sobreexplotación del Acuífero 23 y el río Guadiana dejó de aportar agua al Parque Nacional.
En la actualidad, se están llevando a cabo diferentes actuaciones (como son el aporte artificial de agua) que están siendo insuficientes. A todo esto hay que añadir la contaminación por nitratos de campos de cultivo (algo similar a lo que ocurre en el Mar Menor).
De las 3.030 hectáreas que tiene el parque, tan solo 1.750 son encharcables. En la actualidad, el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel tiene tan solo 250 hectáreas inundadas (14,3%).
Si vienes desde Ciudad Real, deberás tomar la A-43 hasta llegar a Daimiel, y desde allí la N-430 para posteriormente seguir las indicaciones hasta el Parque. Distancia de 42 kilómetros (unos 35 minutos aprox.)
Si vienes desde Toledo, deberás tomar la CM-42 hacia la CM-420 y tomar la salida 136. A partir de aquí continuarás por la CM-420 y la N-420 hasta llegar al Parque. Distancia de 130 kilómetros (1 hora 23 minutos aprox.).
El tema del aparcamiento es bastante sencillo. Una vez lleguéis al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, encontrareis una amplia superficie habilitada para aparcar cualquier tipo de vehículo.
Antes de comenzar vuestra visita, os recomiendo que os paséis por el Centro de Visitantes, donde podréis leer y ampliar información sobre el Parque. El horario es: desde las 9:00 a las 18:00.
La visita a las Tablas de Daimiel se puede hacer tanto de manera libre como con visita guiada (previa reserva). De esta última ofrecen diferentes opciones:
Hace unos cuantos años, tuve la suerte de poder conocer este precioso Parque Nacional a través de un voluntariado ambiental, donde me ensañaron todos y cada unos de sus rincones.
Por lo que cuando he vuelto a visitarlo, lo he hecho por libre, sin reservar ninguna de las visitas guiadas.
Vais a poder encontrar diferentes itinerarios (rojo, azul, amarillo y verde) aptos para todos los públicos, que no tienen dificultad y que, están perfectamente señalizados y delimitados.
Quizá es uno de los recorridos más conocidos del parque, donde pasaremos por diferentes pasarelas de madera «saltando» de una isla a otra. Estas islas son: Isla de La Entradilla, Isla del Descanso, Isla de los Tarayes, Isla del Pan e Isla del Maturro.
También podremos entrar a un observatorio de aves que da directamente al aviario llamado Laguna de aclimatación, con diferentes especies de anátidas.
A lo largo de este itinerario de 2 kilómetros, encontraremos diferentes carteles que nos hablarán sobre la vegetación y los usos tradicionales de las Tablas de Daimiel.
Este recorrido de apenas 800 metros lineales, nos llevarán a conocer la Laguna Permanente, lugar por donde entra el río Guadiana al Parque. También encontraremos varios observatorios de aves.
Recordad, que debemos estar en silencio o mantener un nivel de volumen adecuado a lo largo de las rutas senderistas que hagamos, para no molestar a las aves que puedan encontrarse en las lagunas.
En mi última visita, este itinerario estaba completamente seco, pero aún así quise recorrerlo para llegar hasta la Torre de Prado Ancho, que años atrás estaba rodeada por agua.
Podremos encontrar 3 observatorios de aves hasta llegar a la imponente torre a la que se puede acceder a través de unas escaleras interiores.
Este recorrido está separado de los otros tres, y te recomiendo mover el coche hasta el Aparcamiento Molino Molemocho.
En mi visita no pude entrar al molino porque solamente abren los fines de semana y en horario de 11:00 a 14:30 y de 15:30 a 18:00 (teléfono de información 926 69 31 18).
El recorrido también es lineal, por pasarelas de madera que nos llevan a otra laguna y con una longitud de 400 metros.
Aunque no se pueda entrar al Molino Molemocho, recomiendo hacer parada para observar la arquitectura del lugar desde fuera, ver a las cigüeñas en sus nidos o acercarnos a un pequeño jardín de aromáticas.
Creo que la visita al Centro de Visitantes es imprescindible si se realiza la visita al Parque Nacional de manera libre.
Cuenta con varias salas, donde se habla de la flora y la fauna presentes en las Tablas, así como de las diferentes características que hacen único a este lugar. También veremos una simulación del Parque y de sus habitantes.
La Laguna de Navaseca se encuentran a tan solo 13 kilómetros de las Tablas de Daimiel, por lo que yo os recomiendo que os acerquéis a verla. Está incluida dentro de las lagunas y humedales que integran la Reserva de la Biosfera “Mancha Húmeda”.
Se puede realizar un recorrido circular en torno a la laguna (realmente son varias, pero en mi visita solo había una con agua) y pararnos en los diferentes observatorios de aves.
Algunas de las aves que frecuentan la Laguna de Navaseca son: ánades, gaviotas, fochas, calamones, Malvasía cabeciblanca y el Flamenco común.