Dinópolis – Región ambarina se encuentra ubicado en Rubielos de Mora (Teruel).
Este centro se encuentra construido sobre los restos de un lago fosilizado muy bien conservado (de los pocos que existen en el mundo).
Esta pequeña sede de Dinópolis, centra toda su exposición en los insectos que quedaban atrapados en el ámbar en la antigüedad.
Desde Rubielos de Mora deberéis de tomar la A-1701 durante 3,8 km (6 minutos aprox.)
Desde Teruel deberemos de tomar la A-23, hasta la salida 73, que la tomaremos para llegar a la A-1515.
Una vez pasado Rubielos de Mora, tomaremos la A-1701 hasta llegar a la Región Ambarina.
Hay un parking bastante grande para dejar aparcado el coche en la puerta, de hecho está acondicionado para que quepan autobuses.
Lo primero que os recomiendo es que visitéis la web de Dinópolis para que os informéis de horarios, precios, bonos…
A veces tienen pases anuales muy interesantes, por lo que si tenéis intención visitar más de una sede, igual os sale a cuenta comprarlos.
Antes de nada os contaré que el Territorio Dinópolis está formado por un parque principal, DINÓPOLIS, situado en la ciudad de Teruel y otros 7 centros ubicados en 7 localidades de su provincia:
Este centro tiene varias salas por las que iremos pasando para conocer como los científicos analizan los restos, extraen sus conclusiones y elaboran sus teorías a partir de la información que les proporcionan los fósiles.
Antes de empezar a explorar la Región Ambarina, Polillo (la mascota) nos dará unas leves pinceladas de lo que vamos a encontrar en la exposición.
Primera sala:
La frágil roca que rodea a la población de Rubielos de Mora es un gigante contenedor de fósiles muy bien conservados.
De hecho, hay 2 afloramientos, el de El Porpol, cercano a las antiguas minas y el de Alto de la Venta, al suroeste de la población.
Esta roca se originó en el fondo de un lago hace unos 19 millones de años (en el mioceno) y muchos organismos y plantas que vivían en el lago han quedado perfectamente fosilizados.
Las plantas que se han encontrado fosilizadas, no suelen conservarse enteras, lo normal es encontrar: hojas, frutos, polen… como fósiles distintos y con frecuencia en diferentes yacimientos.
Esto hace muy complicado para los paleontólogos saber si estos restos pertenecen o no a una misma especie.
Segunda sala:
En esta sala nos adentraremos en un bosque de coníferas, concretamente un bosque de Araucarias, que es la especie que habitaba Rubielos de Mora hace más de 100 millones de años.
En los troncos huecos de estos árboles podremos observar datos muy interesantes sobre como la resina (ámbar) de estas coníferas atrapaba y conservaba insectos, arañas…
Los insectos suelen conservarse enteros, por lo que cuesta menos clasificarlos que a las especies vegetales.
Las masas de ámbar se cortan en trozos, se detectan los insectos con unas potentes lupas y se aíslan en pequeños trozos. Todo esto es posible ya que la resina es un excelente conservante que deshidrata e impide la descomposición.
Tercera sala:
Esta sala está dedicada a los restos encontrados de calicotéridos y otras rarezas.
Imaginar por un momento que nos encontramos en la orilla del lago mioceno de Rubielos de Mora.
En esta zona húmeda y forestada, habitaban todo tipo de pequeños mamíferos, pero también vivían grandes mamíferos como son:
Pero sin duda, el mamífero más llamativo de Dinópolis – Región ambarina, es el calicotérido Moropus. Estaban emparentados con los caballos y con los rinocerontes, pero con varias peculiaridades anatómicas.
A mi la verdad es que esta sala me encantó con las recreación de este animalico tan gracioso.
Como os he comentado en varias ocasiones, antiguamente en este lugar había un enorme lago, y como prueba de ello, se han encontrado también fósiles marinos.
La visita empieza y acaba en el mismo punto, en el hall de entrada. Aquí hay una tienda con todo tipo de artículos para los más pequeños o para los que no lo somos tanto.
Este centro, cuenta también con un parque infantil tematizado con insectos, plantas, setas…desde donde hay unas vistas impresionantes de los alrededores.
Y bueno, cuando veo cosas tan chulas como esta, no puedo contenerme, y la niña que llevo dentro sale a pasear pero bien.
Espero que disfrutéis de Dinópolis – Región Ambarina tanto como lo he disfrutado yo.