El Jardín Botánico de Castilla-La Mancha se encuentra a las afueras de la ciudad de Albacete y comenzó a construirse en el año 2003, pero no fue inaugurado hasta el 2010.
Ocupa una extensión de 7 hectáreas, y en él vamos a poder encontrar más de 28.000 plantas de cerca de 2.100 taxones vegetales.
Además, este espectacular jardín recrea hasta 40 hábitats naturales castellano-manchegos, estando la mitad protegidos por normativa europea y regional.
La gestión del jardín (intentando respetar al máximo la naturaleza y realizando Manejo Integrado de Plagas) le ha valido para conseguir el Certificado en Excelencia Ecológica.
Por si esto fuera poco, desde el 2020 forma parte de la Alianza por el Cambio Climático de los Jardines Botánicos (plataforma de asociaciones internacionales centradas en conocer la adaptación de las plantas al cambio climático).
Índice
Antes de acudir al Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, os recomiendo que os dejéis caer por su página web (porque parece que el horario cambia según las estaciones).
HORARIO OTOÑO – INVIERNO: De martes a domingo 09:00 – 14:00 y de 16:00 – 18:00
La entrada es totalmente gratuita y no se permite el acceso con perros al recinto (salvo perros guía).
Se pueden reservar visitas guiadas de martes a viernes, siendo un mínimo de 6 personas. Podéis hacer la reserva pinchando aquí. En los meses de julio y agosto no hay visitas guiadas y los fines de semana durante todo el año tampoco.
En la página web tenemos a nuestra disposición para descargar un plano del jardín botánico.
También nos lo facilitarán en la zona de taquillas, además de encontrar un panel informativo con la misma información muy cerca de estas.
Se podría decir que la parte derecha y frontal del parque están ocupadas por recreaciones de los ecosistemas regionales y humedales manchegos, mientras que el lado izquierdo vendría a ser un Jardín Botánico Clásico.
Nada más entrar al jardín nos vamos a encontrar con una amplia plaza de forma semicircular, flanqueada por dos edificios, el edificio social del JBCLM y el Instituto Botánico de la UCLM.
Si miráis al suelo, vais a encontrar que está cubierto con losas de pizarra y de piedra caliza, que son las rocas más abundantes y que mejor definen los paisajes de Castilla-La Mancha.
En esta primera zona vamos a encontrar plantas típicas mediterráneas y otras con carácter ornamental de la Península Ibérica y de otras partes del mundo.
Algunas de las plantas que vamos a poder observar:
Estas zonas húmedas constituyen un reducto único del interior peninsular. Se han recreado muestras de lagunas endorreicas y kársticas, tomando como referencia el entorno de las Tablas de Daimiel y de las Lagunas de Ruidera, respectivamente.
También vamos a poder observar una muestra de la Dehesa de Zacatena y Bosques de Galería, entre otros.
El agua que se utiliza para regar el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha procede de estas lagunas recreadas, que además, se oxigena gracias a la flora lacustre y al recorrido del riachuelo artificial.
Algunas de las especies que vamos a poder observar en torno a las lagunas recreadas:
Dejando atrás las lagunas, llegaremos a la zona más meridional y elevada del jardín, con un total de 16.000 hectáreas, en esta zona se ha querido recrear las comunidades vegetales más representativas del territorio castellano-manchego.
Todo ello, limitado por el frío invierno del clima de Albacete y un sustrato calcáreo dominante, corregido por el aporte de sustratos edáficos específicos.
Formaciones representadas en esta zona:
En esta colección (atendiendo a aspectos botánicos, geográficos y paisajísticos) se han dispuesto una serie de jardines en los que se presentan plantas originarias de cada continente o subcontinente.
Especies vegetales que vamos a poder observar:
Aquí vamos a poder encontrar (entre un montón de plantas medicinales) una reproducción del libro de Dioscórides (médico, farmacólogo y botánico de la antigua Grecia) De Materia Medica.
Este libro alcanzó una amplia difusión y se convirtió en el principal manual de farmacopea durante toda la Edad Media y el Renacimiento.
También podremos ver una referencia a una de las primeras extracciones industrializadas de un principio activo de origen vegetal: el ácido acetilsalicílico (que por cierto, se extrae de la corteza de los sauces).
Algunas de las especies vegetales de esta zona:
En esta zona del jardín veremos plantas que aún siendo procedentes de climas cálidos y/o secos, son resistentes a las condiciones climáticas del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha.
Sobre un lecho de grava de diferentes colores (según el grupo botánico), se muestra:
Pegado a estas composiciones tan chulas, también encontraremos palmeras resistentes al frío, como: Sabal minor, Brahea armata, Butia capitata.
Este gran invernadero de 600 m2 se divide en dos partes:
Zona ajardinada al modo clásico de los jardines botánicos históricos, donde veremos una bonita pérgola central de madera.
Aquí se rinde homenaje a botánicos insignes nacidos en el actual territorio de Castilla-La Mancha, por su relevante contribución histórica a la botánica, desde la Edad Media al siglo XIX: