Alcalá del Júcar es un bonito municipio ubicado junto al río que le da nombre, en la provincia de Albacete, Castilla-La Mancha.
Fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1982 y también pertenece a la Red de Pueblos Más Bonitos de España. De hecho, es uno de los pueblos más pintorescos de Albacete.
Ya son varias veces las que he podido visitar este magnífico pueblo, y siempre he descubierto rincones diferentes, por lo que os recomiendo que dediquéis un fin de semana entero para disfrutarlo a tope.
Si venís desde Albacete, tenéis varias opciones para llegar. La distancia a recorrer es diferente (variable en función de la carretera) pero el tiempo es similar.
Si venís desde Alicante, deberéis tomar la A-31 hasta Almansa y una vez allí, salir por la CM-3201 hasta Alcalá del Júcar. La distancia es de 155 kilómetros (1h 47 minutos aprox.).
En la propia carretera de acceso al pueblo, si tienes suerte se puede aparcar. En el caso de que vayáis a visitarlo en fin de semana, ya os digo yo que es prácticamente imposible.
Por ello, el Ayuntamiento de Alcalá del Júcar ha habilitado varias zonas de aparcamiento de tierra gratuito para poder estacionar los vehículos.
Antes de comenzar a recorrer este precioso lugar, os recomiendo que os dejéis caer por la Oficina de Turismo, donde además de daros un plano para no perderos por los múltiples callejones de Alcalá del Júcar, os darán información sobre horarios, precios de entradas…
No os preocupéis porque la oficina no está escondida entre las intrincadas calles, se encuentra junto al Puente Romano y al lado de la mayoría de los restaurantes del municipio.
Con este nombre, cualquier podría pensar que su origen, estilo o requisitos arquitectónicos podrían ser romanos, la verdad es que no es así. Se conoce con este nombre simplemente por su apariencia.
Situado sobre el río Júcar, divide el casco antiguo de la zona más moderna de Alcalá del Júcar. Durante los siglos XIV y XV fue la aduana del denominado Camino Real de Castilla a Levante.
A lo largo del tiempo a sufrido diferentes restauraciones, siendo la última en 1990.
Desde este lugar, se tienen unas impresionantes vistas tanto del río como de todo el casco antiguo del pueblo. Simplemente maravilloso.
Quizá sea uno de los puntos más llamativos de todo el conjunto ya que está construido en la ladera de la montaña. Fue edificado entre los siglos XII y XIII en época almohade, y conquistado años después por Alfonso VIII.
En los alrededores del castillo, se pueden ver restos de una muralla y también indicios de que en este emplazamiento hubo asentamientos tanto íberos como romanos. Y es que este lugar tiene una situación totalmente estratégica.
Por cierto, en torno al castillo giran varias leyendas sobre Zulema y y Garadén que os animo a descubrir por vosotros mismos. 😉
Para acceder al castillo es necesario adquirir una entrada, que además nos permite también el acceso a la Casa-Cueva «El Castillo» que es una vivienda típica del Valle del Río Júcar.
Alcalá del Júcar se erigió en la falda del espigón de roca donde está asentado el castillo, de fuertes pendientes y que obligó a sus habitantes a excavar cuevas en la roca a modo de vivienda.
La mayoría de las cuevas que se pueden ver en el pueblo, son artificiales, eso no quita que se valieran de pequeñas oquedades existentes para comenzar el duro trabajo de excavar en la roca.
¿Cómo pudieron conseguir llevar a buen puerto este arduo trabajo? Con pico y pala y aprovechando que la roca es caliza y relativamente «fácil de trabajar».
Las fachadas de las viviendas son de obra, y conforme te adentras en la vivienda, el resto de habitaciones ya están excavadas en la roca.
Actualmente, hay varias casas cueva que se pueden visitar: la Cueva del Diablo, las Cuevas del Masagó y del Duende y la Cueva del Rey Garadén.
Para poder acceder, se debe de pagar una entrada de 3 euros, que te da derecho a la visita y a tomarte una consumición en el bar que hay en el interior.
Sinceramente, me parece una pasada el como se ha podido conseguir hacer una cueva así, que comienza en una calle y te lleva a otra diferente. Es una especie de laberinto.
En esta cueva vamos a poder encontrar una bodega de vino de la Edad Media , varios museos (fósiles, numismática, azafrán y del campo) y la casa típica.
Las Cuevas del Masagó y del Duende, atraviesan por completo la montaña y en el bar que hay dentro, te puedes tomar tu consumición mientras observas las bonitas vistas. Este fue mi lugar preferido de la cueva sin dudarlo.
La construcción de la cueva data de 1905 y fue utilizada inicialmente como corrales, palomares y alacenas. En la actualidad, se ha convertido en un punto turístico que ofrece servicio de cafetería únicamente (entrada + consumición 3,5 euros).
Algo curioso es que mantiene una temperatura constante a lo largo de todo el año de 18 grados. En su interior vamos a poder encontrar un montón de antigüedades decorando paredes y suelos.
Para poder ver esta cueva deberemos de salir del núcleo urbano de Alcalá del Júcar. Tan solo podremos observarla en la lejanía, ya que intentar acceder a ella es bastante peligroso por los desprendimientos que han habido a lo largo de los años.
Construida en época de dominación islámica, se encuentra situada sobre el río a unos 40 metros de altura y tiene 40 metros de ancho, unos 35 de profundidad y unos 60 de altura.
Usada durante varios años como fortificación, se encontraba cerrada por una muralla tapial y tenía en su interior un aljibe y diferentes estancias.
Obviamente, como esta plaza de toros aún se sigue utilizando para festejos taurinos, no os voy a decir que entréis a verla ni nada similar porque va en contra de mis principios.
Pero si que os quería comentar que tiene un aspecto irregular, diferente al de cualquier otra plaza de toros. Y es que parece un estadio romano de la época de los gladiadores, con una forma exterior ovalada.
Desde la parte alta del casco antiguo o bien desde el castillo, se puede tener una visión general de esta plaza sin necesidad de visitarla por dentro. 🙂
La zona de baño «La Playeta» está situada en la parte nueva de Alcalá del Júcar, junto a la Oficina de Turismo y el Puente Medieval.
Se puede disfrutar de esta zona de baño sin socorrista del 15 de junio al 15 de septiembre. Junto a ella, hay una terraza con un pequeño bar donde tomar algo con las impresionantes vistas que deja el paso del Júcar por este lugar.
He querido dejar este apartado para poner diferentes fotos de calles que me parecieron bonitas, rincones mágicos y alguna que otra de los alrededores de Alcalá del Júcar.