Lymantria dispar también conocida comúnmente como lagarta peluda, es un lepidóptero perteneciente a la familia Erebidae.
El ejemplar de la fotografía lo pude observar en el municipio de Castellote, en la comarca del Maestrazgo turolense.
Se puede decir que la lagarta peluda que tenemos presente en la Península Ibérica es Lymantria dispar dispar, mientras que hay otra subespecie presente en Asia, conocida como Lymantria dispar asiatica.
Esta última si que tiene la capacidad de volar y por lo tanto, mayor facilidad para dispersarse. También es menos selectiva que la nuestra, pudiendo alimentarse de mayor variedad de especies vegetales.
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El imago presenta un dimorfismo sexual muy acentuado.
Las orugas van pasando por diferentes coloraciones en sus estadios (machos pasan por 5 estadios y las hembras por 6). Al principio son de color negro con largos pelos y hacia el final se vuelven de color gris con pelos negros o claros.
Algo característico de las orugas, es una fila doble de tubérculos situada en la parte superior. Normalmente, suelen ser cuatro pares de color azul y siete pares de color rojo (esto puede variar).
Los huevos son colocados aglutinados y protegidos las escamas desprendidas del abdomen de la hembra. Esta sustancia envolvente es de color amarillo-anaranjado está abultada y se denomina plastón.
Lymantria dispar está distribuida por el centro y sur de Europa, Asia y el norte de África. En 1869 se introdujo de manera accidental en Estados Unidos (llegando en la actualidad hasta Canadá).
En la Península Ibérica y Baleares se encuentra ampliamente distribuida.
Las orugas se alimentan de árboles del género Quercus, como son: Quercus suber, Quercus ilex, Quercus faginea y Quercus pyrenaica.
También se han observado sobre algunas especies del género Pinus, como son: Pinus radiata, Pinus halepensis y Pinus pinaster.
Presenta una única generación anual (es univoltino) y pasa el invierno en forma de huevo, protegido en el interior de los plastones amarillos.
En la primavera (dependiendo de la localización donde nos encontremos), los huevos eclosionan y las larvas se quedan quietas sobre estos sin alimentarse (llamada fase espejo).
Pasada una semana y media aproximadamente, las larvas suben a la copa y comienzan a alimentarse de hojas nuevas. En el caso de que el árbol no disponga de estas tiernas hojas, comienzan con la curiosa fase de dispersión.
Esta consiste, en colgarse de un fino hilo de seda y esperar que el viento las transporte a nuevos árboles (pueden llegar a desplazarse varios kilómetros) que si que tengan hojas nuevas.
Aunque pueden causar la completa defoliación de un árbol, normalmente no llegan a causarle la muerte.
Si que llega a reducir la producción de bellota y de corcho (en el caso de los alcornoques).
Si se da una defoliación severa los árboles toman el aspecto de haber sufrido un incendio